El Rosario

Qué es y qué no es

«No es una rutina, no es una costumbre, no es prisa; el Rosario es toda la Iglesia reunida con María contemplándola. El Rosario no es una devoción a la Virgen, sino una devoción a Cristo que centra perfectamente la vida del bautizado. Toda la Iglesia y tú, una parte viva, contemplando los misterios de Jesús con los ojos, y sobre todo con el corazón de la Virgen. No es el Rosario una mecánica repetición distraída o con rutina o con prisa de cincuenta Ave Marías».

P. Tomás Morales Pérez, S.J.

 

Cada misterio consta de un Padrenuestro, diez avemarías y la alabanza de la Trinidad («Gloria al Padre…»).

 

Los veinte misterios del Rosario son:

 

Misterios Gozosos (audio), se rezan los lunes y sábados:

1.º La Encarnación del Hijo de Dios.

2.º La Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel.

3.º El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén.

4.º La Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Purificación de su Santísima Madre.

5.º El Niño Jesús, perdido y hallado en el Templo.

 

Misterios Luminosos (audio), se rezan los jueves:

1.º El Bautismo de Jesús en el río Jordán.

2.º La autorrevelación de Jesús en las Bodas de Caná.

3.º Jesucristo anuncia el reino de los cielos y nos llama a la conversión.

4.º La Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor.

5.º Jesús instituye la Eucaristía.

 

Misterios Dolorosos (audio), se rezan los martes y viernes:

1.º La oración de Jesús en el Huerto.

2.º La Flagelación de Nuestro Señor atado a la columna.

3.º La Coronación de espinas.

4.º Jesús con la Cruz a cuestas camino al Calvario.

5.º La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Misterios Gloriosos (audio), se rezan los miércoles y domingos:

1.º La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

2.º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos.

3.º La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y sobre los Apóstoles.

4.º La Asunción de Nuestra Señora a los cielos.

5.º La Coronación de María Santísima como Reina y Señora de todo lo creado.

 

Finaliza el rezo de esta oración con las «Letanías de Nuestra Señora»:

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

 

Dios, Padre celestial,
    ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,

 

Santa María,
    ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la misericordia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre de la esperanza, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción,

Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.

 

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
    perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
    escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
    ten misericordia de nosotros.

 

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
    Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

 

 

ORACIÓN.


Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.